¿Y ahora qué va a pasar con Tomorrowland? El incendio que arrasó con su escenario nos dejó varias lecciones

Todavía hay videos circulando en redes. El fuego, el humo espeso, y ese escenario que parecía sacado de un videojuego… hecho cenizas en minutos. Fue el miércoles 16 de julio, en Boom, Bélgica. El lugar donde Tomorrowland, el festival más famoso de música electrónica, se preparaba para arrancar su edición 2025. Y de pronto, boom literal. Una prueba de pirotecnia salió mal y todo se fue a la basura.

Mejor dicho: casi todo.

Los organizadores lo confirmaron rápido: no hubo heridos. Eso es lo más importante. Pero el escenario principal, ese monstruo escénico con pantallas LED, luces, fuego, sonido, fantasía y tecnología a más no poder… no sobrevivió.

 

¿Qué se perdió exactamente?

Para que te des una idea: solo en pantallas LED, el proveedor (Pixelscreen) había montado más de 4,500 metros cuadrados. Y de esos, 1,000 se quemaron por completo.

Esto no es como perder una pantalla de casa. Aquí hablamos de tecnología modular, carísima, diseñada para brillar con el sol encima, con lluvia o con 100,000 personas bailando enfrente. Una locura técnica, vaya.


Como alguien que vive del mundo audiovisual, te digo que ver esas imágenes fue un golpe. Porque uno sabe lo que cuesta montar algo así. No solo en dinero, sino en horas, en diseño, en seguridad, en cables, en detalles que nadie ve… hasta que algo falla.

¿Y ahora qué?

 

Pues Tomorrowland sigue. Sí, a pesar del desastre. Reorganizaron escenarios, adaptaron logística, y el festival arrancó. Es un golpe fuerte, pero no fue mortal. Y eso nos deja pensando muchas cosas, sobre todo a los que estamos del lado de la producción.

Porque esto no fue un “accidente más”. Fue una prueba de fuego —literal— para toda la industria.

¿Y qué tiene que ver esto con nosotros?

 

Pues mucho. En Mundo Videowall hemos aprendido algo en cada proyecto: el reto no es tener equipos buenos. El reto es hacer que funcionen bien y a tiempo, sin margen de error.

 

Montar pantallas LED en un festival, un centro comercial o un evento corporativo no es solo “poner una tele grande”. Es pensar en clima, electricidad, instalación, tiempo, mantenimiento… y luego pensar en cómo hacer que eso luzca espectacular.

 

Y sí, lo hacemos. Porque ya nos ha tocado estar en situaciones donde todo tiene que salir perfecto. Y cuando pasa algo fuera de lo planeado —porque siempre hay algo— lo enfrentamos.

No solo vendemos pantallas, entregamos soluciones audiovisuales de alto impacto.

Conclusión: El show debe continuar, y nosotros también.

Lo de Tomorrowland fue fuerte. Nos sacudió. Pero también nos recordó por qué hacemos esto y cuánto respeto merece un buen montaje visual.

Si tienes un proyecto donde las pantallas LED no son un adorno, sino parte clave de la experiencia, aquí estamos. Sabemos lo que hacemos. Y lo hacemos en serio.